Respuesta al Faraón

Ayer, un amigo muy entrañable, quien todavía vive en Cuba me envió copia de una serie de propuestas, aparentemente dirigidas a revitalizar el socialismo en la isla y me pidió que yo le diese mi opinión. El proyecto fue publicado en uno de los tantos sitios-web con los que los hermanos Castro se empeñan en confundir a medio mundo. Este obviamente se inscribe dentro de la nueva maniobra de distracción ideada para una vez mas hacerle creer a la pobre gente por allá que sin rectificar el rumbo, “un mundo mejor es posible”. Me pareció un riesgo innecesario para el, enviar mi respuesta vía e-mail a su correo (es uno de esos sld.cu) , por lo que decidí colgarla aquí con la esperanza de que en algún momento el se logre escurrir por una de las ranuras que existen el aparato censor criollo y la pueda leer.

Chama, esto es lo que yo creo:

Me parece que seria más fácil enseñar a un pesca’o a montar bicicleta que hacer que lo que este señor plantea funcione.
No te lo tomes a mal, pero soy de la opinión de que la raíz de la ineficacia del sistema económico cubano actual radica no solo en la centralización sino también en el colectivismo. No se debe, bajo ninguna circunstancia desalentar y mucho menos penalizar la aspiración individual de ser prósperos. Me parece también un error desde el punto de vista estratégico, que no se contemple tomar las medidas necesarias para poder ofrecerles participación en el mercado nacional a los cubanos de la diáspora ya que estos, sin duda, constituirían uno de los sectores con más puje y experiencia.

Además, la base del progreso esta en la competencia. Así de simple, y créeme que no me estoy refiriendo a la “emulación socialista”. La autonomía para la gestión individual es el motor principal de la creatividad mercantil y las consecuencias de esta son la diversidad, calidad y precio de la oferta. El mercado tiene que tener la libertad de regularse a si mismo sin interferencias gubernamentales o de otro tipo que atenten contra las tendencias que establecen de manera natural la relación entre la oferta y la demanda. Solo así se logra la presencia en las vidrieras de productos para toda talla de bolsillo.
Otro componente clave para el desarrollo de una economía exitosa es la implementación de leyes que protejan de manera fehaciente los títulos de propiedad y el derecho a su comercialización, así como de un sistema de impuestos que estimule el mercadeo y a su vez contribuya a las arcas del estado para que este se encargue de atender las necesidades sociales que le competan.
Sin estos elementos básicos, sencillamente no se llega a ningún lado.

Además, todo lo que se haga en el sector económico debe estar encaminado a la adopción, sin demora de cambios políticos sustanciales. De otro modo es como ponerle colorete a una mona vieja. En esta propuesta no se maneja para nada la necesidad de cambios de tipo político. Es mas, increíblemente se llama a la “revitalización” de un sistema que se sabe no ha funcionado nunca, en ningún lugar del mundo, en ningún momento de la historia y que por demás ha sido, sin lugar a dudas la razón principal por la cual nos encontramos (todos) en la situación en que hoy nos encontramos. No se mencionan cambios muy necesarios en cuanto a libertades personales. No se habla de libertad de prensa, tan necesaria en su papel de mecanismo auditor de la sociedad. No se habla de darle espacio y voz a aquellos que disienten. No se habla de restaurarle la libertad a aquellos que hoy mismo cumplen condenas vergonzosas por delitos de opinión.

No te niego que me asusta un poco también todas estas referencias a una supuesta “integración Bolivariana”. Me recuerda mucho a la integración socialista con los bolos. Todos sabemos los resultados que este tipo de alianza nos trajo. No creo que debamos repetir los mismos errores del pasado, y mucho menos centrar nuestras esperanzas en un plan foráneo liderado por un imbecil con cuatro pesos en el bolsillo. El futuro de nuestra islita debe quedar en manos de los que nacimos en la islita. Yo, si acaso, soy Martiano. Bolívar tiene tanto que ver conmigo como Karl, Vladimir o el viejo Federico.

Si has llegado hasta aquí, me imagino que debes estar pensando que me he radicalizado a lo “Mafia de Miami”. Pero te digo hermano, sin que me quede nada por dentro, que lo que te señalo no es mas que el fruto de mis experiencias personales, y tú sabes que no ha sido todo en el paraíso del primer mundo. Además, y para que quede claro, la “Mafia” merece tanto respeto que es material de toda una carta aparte.

Ahora bien, yo no soy tonto y sé bien que allí se puede jugar con la cadena siempre que se haga con cuidado y a una distancia prudencial del mono. Teniendo eso en cuenta, y suponiendo que estos sean los primeros timidísimos pasos para lograr que el muñeco se cambie la peluca, pues me alegro mucho, pero por ahora voy a guardar una saludable cuota de escepticismo.
Ya alguna vez oí decir que “ahora si íbamos a construir el socialismo” y que “Los frijoles eran tan importantes como los cañones” sin embargo muchos años después, se siguen gastando millones en un ejercito sin enemigos, se siguen regalando médicos, todavía se andan ensayando formulas para poder comer un par de veces al día y se ha tenido que importar hasta azúcar.

Un abrazote,
JC