Hoy abrí el browser mas temprano que de costumbre. Tres o cuatro clicks mas tarde descubro con bastante pesar que al parecer el maestro
Juan Abreu ha decidido emanar en privado de ahora en lo adelante. Una noticia triste esta. Como vi que
Jorge Ferrer lo ha reseñado en su blog, espero no se me tome a mal que desde aquí, humildemente, le despida yo también. Emanaciones fue uno de los espacios más libres de todos los que he visitado. Y aunque sé que va a sonar superlativamente presuntuoso de mi parte, me voy hasta a atrever a decir que muy pocas veces que no pude sonreír yo, cómplice de casi todo lo que allí vi y leí. Se va a extrañar, y se va a extrañar bastante. Cuando uno encuentra un espacio que le refleja y aporta tanto, se le aprende a esperar con anticipo todas las mañanas, como a los besos y el café.
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